Indignación entre los trabajadores afectados por la subrogación de Acciona a Eurowings

Novedades en el aeropuerto de Palma, donde la empresa Acciona Airport Services está efectuando una subrogación de una parte importante de su plantilla hacia Eurowings, proceso que está conllevando la indignación de muchas de las personas trabajadoras afectadas por el modo en que se está haciendo.

Como recuerda el sector aéreo de USO Illes Balears, con representación en Acciona, "convenio colectivo del sector aéreo, de aplicación a las empresas de Handling así como a aquellas aerolíneas que efectúan su propio autohandling, regula a partir del art. 70 ss. del convenio de aplicación el proceso de subrogación como <<herramienta de garantía del principio de estabilidad en el empleo>>, al tiempo que como una <<mejor y más satisfactoria respuesta a las necesarias fluctuaciones de la actividad de las empresas que prestan estos servicios en los aeropuertos, derivadas de la libre competencia y, por consiguiente, de la permanente situación de pérdida o incremento del volumen de trabajo, contribuyendo así a una mínima aproximación y homogenización de las condiciones de trabajo en el sector>>”.

Pues bien, no hace mucho, Acciona, debido a la pérdida de su mayor cliente -la compañía aérea Eurowings, que hasta la fecha tenía contratados los servicios de handling con Acciona-, se vio afectada por un proceso subrogatorio, de manera que de los aproximadamente 550 trabajadores que tiene en la actualidad (en los diferentes departamentos), unos 400 se han visto afectados por este proceso, etiquetado como ORV (oferta de recolocación voluntaria), "eufemismo que oculta lo que en realidad quiere decir: te toca ir subrogado, y si no lo aceptas y firmas, te conviertes en excedente estructural (art. 83 del convenio colectivo) y pasas de tener un empleo estable a quedarte en la calle con una indemnización de 21 días por año durante un máximo de 12 meses", explica Rafa Bohórquez, de USO Illes Balears-sector aéreo.

En los procesos de subrogación que se han sucedido en los últimos años en el aeropuerto de Palma, y tal y como establecen los artículos de referencia del convenio de aplicación, las empresas cedentes han facilitado a las cesionarias la documentación que establece el art. 85 del convenio con una antelación mínima de 15 días, para que así las segundas tuvieran tiempo de ponerse en marcha comunicando los cambios a los nuevos empleados, como procede. "Lo lógico, lo legal, lo que se ha dado en otros casos, es que la empresa cesionaria -a la que llega el trabajador/a- se pone en contacto directo, oficial, a través de email o telefónicamente, con el nuevo empleado, acordando así la fecha y hora en la que poder regularizar la relación laboral con la nueva empresa", desgrana Bohórquez. "Pero, en el caso que nos ocupa, Eurowings se ha dedicado a abrir una plataforma en internet en la que invita a los trabajadores -a aquellos que se den por aludidos- a que envíen un email a la empresa para lo que corresponda, entendiendo así que se da por cumplido un requisito legal que de ninguna forma cumple con las mínimas garantías que exige la ley, ya que ese tipo de canal extraoficial puede acarrear, y así será, múltiples situaciones de indefensión. ¿Qué pasará por ejemplo con los trabajadores que están de vacaciones y no tienen conocimiento de lo que está pasando, o de IT, o que simplemente no dominan las nuevas tecnologías?".

Así las cosas, este sindicato tiene constancia de que hay afectados que se están organizando por su propia cuenta, al no encontrar otras vías, tratando de resolver dudas entre ellos mismos, dirigiéndose a las oficinas de Eurowings, donde apenas se les ofrecen respuestas... Y todo ello, a escasos 6 días del inicio de la actividad en la nueva empresa, lo cual sucederá a partir del 20 de este mes.

"En USO tememos un caos para esas fechas. Estaremos pendientes. De momento, hemos intentado ponernos en contacto con la dirección de la empresa, y en breve realizaremos las actuaciones judiciales que correspondan. No puede ser que en un aeropuerto internacional como el de Palma, y en pleno siglo XXI, se hagan las cosas así, lanzando un globo sonda a un colectivo de 400 trabajadores y dando por bueno un proceso administrativo que, por otra parte, está fuertemente reglado, saltándose pasos procedimentales como si esto fuera un mercado de venta de melones", concluye Rafa Bohórquez.