«Durante el confinamiento he llegado a trabajar un 30% más de lo habitual»

AL PIE DE CAÑÓN EN TIEMPOS DE CONFINAMIENTO, I

*Como anunciamos ayer en https://usoib.com/Formacion2019/2020/07/08/entrevistas-uso-al-pie-del-canon-en-tiempos-de-confinamiento/, comenzamos hoy nuestra serie de entrevistas Al pie del cañón en tiempos de confinamiento, con las que cada semana conoceremos más de cerca experiencias e historias de trabajadores/as que no dejaron de desarrollar sus labores durante los meses más delicados de la actual crisis sanitaria, económica, laboral y social.

Pedro Carlos Ayala Caldera, de 41 años, lleva desde los 24 como profesor de Religión de ESO y Bachillerato en varios institutos de Mallorca: IES Inca, IES Guillem Cifre de Colonya de Pollença e IES Berenguer d'Anoia de Inca. Además, es secretario del Comité de profesores de Religión y liberado sindical de USO para el curso 2020-21.

Pregunta: ¿Cuántas horas de media has llegado a trabajar durante el estado de alarma y, por tanto, con la medida del confinamiento?

Respuesta: Las primeras semanas de confinamiento fueron un horror en todos los sentidos porque no disponíamos de las plataformas digitales necesarias para encarar las clases online de un día para otro, por lo que muchos tuvimos que repasar tutoriales en internet para saber utilizarlas, como fue el caso del classroom. Además, teníamos que explicar al alumnado cómo utilizar dichas plataformas y cómo evaluaríamos el trabajo académico que realizarían; comunicarles que debían seguir un horario escolar para que el proceso de aprendizaje fuese fluido y diese buenos resultados; adaptar los criterios curriculares y de cualificación del curso a esta nueva etapa escolar en confinamiento... La pandemia nos pilló desprevenidos a todos, y eso supuso un importante incremento de horas de trabajo. Las primeras semanas llegué a trabajar unas diez horas diarias de media, aunque después de las vacaciones de Pascua el ritmo bajó considerablemente e hice jornadas razonables de unas 4. En definitiva, durante el confinamiento he llegado a trabajar un 30% más que en una situación de completa normalidad.

P: Han sido semanas y circunstancias de cansancio extremo en muchos casos...

R: Yo he sufrido estrés y agobio, pero no tanto por el trabajo académico y de corrección con el alumnado, sino por los informes burocráticos de control por parte del centro. Cada semana debíamos rellenar formularios marcando si los alumnos realizaban o no las tareas, así como si estas estaban siendo realizadas en su totalidad. Por otra parte, te sentías fatigado a la hora de corregir cuando veías que los alumnos no cumplían el horario escolar establecido y enviaban las tareas cuando les parecía oportuno. Esto suponía tener que corregir muchos trabajos en la fecha límite de entrega de los mismos.

P: ¿Qué respuesta (a nivel cognitivo, de atención, de implicación, etc.) percibiste en el alumnado?

R: Ha habido una respuesta múltiple, en algunos aspectos:

  • Los alumnos interesados en la materia y en sacar buenas notas han continuado realizando todos los deberes con un resultado buenísimo. En los cursos de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato, casi todos los alumnos han sido muy responsables. El motivo es simple: obtener una buena media para la selectividad -en el caso de Bachillerato- o una buena nota en la titulación de ESO.
  • Otros, aun siendo también responsables con los estudios, se descuidaron un poco debido -en mi opinión- al hecho de conocer las directrices de aprobados generales por parte del Ministerio de Educación, pero igualmente les ha quedado una buena media en la nota final. Hablo de un 15% del alumnado de ESO.
  • Y en cuanto a aquellos a los que no les gusta tanto estudiar, digamos que con ellos ha costado todo mucho más. Este es el caso de, aproximadamente, un 35 % de los alumnos de 1º a 3º de ESO.

A nivel cognitivo, se ha notado mucho las personas que tienen dificultad en la comprensión lectora porque a veces no entendían lo que les preguntabas. Eso sumado al que no todos los alumnos tienen el mismo conocimiento de herramientas digitales escolares como, por ejemplo, el classroom. Considero que este tipo de técnicas debería de conllevar una formación tanto para profesores como para alumnos y padres.

P: Introduces aquí el componente familiar, del cual se ha hablado mucho estos meses en cuando a la temática educativa...

R: Varias familias me pidieron que les enviara personalmente a su correo electrónico las tareas que mandaba a sus hijos para estar al tanto de su progreso académico. Esta actitud es la que debería imperar en todos los responsables familiares de los chicos, aunque desgraciadamente no fueron mayoría quienes hicieron tal cosa... Pero quiero pensar que la situación provocada por la COVID-19 les pilló por sorpresa también a ellos, y de ahí el no haber sabido reaccionar de otro modo.

P: Cuestión importante: teletrabajo. ¿Os habéis adaptado bien en tu sector? ¿Crees que es una herramienta que, incluso con la vuelta a las aulas, podría incorporarse de alguna manera a vuestra labor?

R: No hay más remedio que adaptarse lo mejor que podamos a estas herramientas para continuar realizando nuestra labor como profesionales de la educación, aunque creo que las clases presenciales son insustituibles, al menos en los niveles de infantil, primaria y secundaria. En Bachillerato, el teletrabajo puede funcionar porque los alumnos ya tienen unos hábitos de estudio bien cimentados y poseen conocimientos técnicos adaptados a sus capacidades.

P: Lo más duro del trabajo durante el estado de alarma ha sido...

R: ... el hecho de tener que repetir tantas veces la misma explicación. Si en una clase presencial explicabas una vez un contenido a 40 personas, en estado de confinamiento ha significado hacerlo 40 veces a cada alumno, uno por uno. Y la simple técnica de pegar y copiar la misma aclaración no era válida porque no todos los alumnos parten de la misma base de conocimiento. Por otra parte, repito, ha sido muy difícil compaginar el trabajo curricular con tener que rellenar los formularios burocráticos de la administración.

P: Para terminar, ¿qué consideración crees que ha dejado la labor de los docentes durante el estado de alarma por parte de la sociedad?

R: Considero que nuestra labor durante el confinamiento ha sido muy bien valorada, respaldada y acogida por la sociedad. Las familias conocen bien del trabajo realizado detrás de las pantallas del ordenador porque muchas de esas ellas han tenido que compartir las mismas herramientas (ordenador, móvil, etc.) en diferentes horarios para realizar sus oficios.