Los precios en Baleares siguen disparados, aumentando la pérdida salarial

Baleares sigue liderando la inflación en abril, con un IPC del 2,8 %, mientras los salarios no alcanzan a compensar la pérdida de poder adquisitivo

El IPC se ha moderado ligeramente en abril, pero Baleares continúa como la comunidad con los precios más altos de todo el país. Mientras que la inflación en el conjunto del Estado cayó al 2,2 %, en Illes Balears apenas se redujo una décima respecto a marzo, situándose en el 2,8 %.

Pese a la aparente contención de precios, los salarios pactados por convenio en las islas siguen por debajo de lo necesario para recuperar el poder adquisitivo perdido. La media estatal ha subido al 3,35 %, pero en Baleares el ritmo de mejora salarial continúa siendo insuficiente ante el encarecimiento constante de los bienes esenciales.

“Baleares sigue encabezando el ranking de precios altos sin que los salarios acompañen. Mientras en otras comunidades se empieza a notar una ligera recuperación, aquí seguimos perdiendo capacidad de compra”, denuncia Marga Munar, secretaria general de USO-Illes Balears.

La alimentación y la vivienda: los grandes responsables

A nivel nacional, la subida acumulada de los alimentos desde 2021 supera ya el 32 %, afectando de forma directa a los productos más básicos como lácteos, hortalizas, legumbres o pan. A esto se suma la vivienda, que en Baleares continúa siendo el mayor obstáculo para una vida digna.

“El IPC refleja una realidad distorsionada si no se tiene en cuenta el coste de la vivienda. En nuestras islas, los precios del alquiler y la compra están completamente fuera de control. Cada mes aparecen nuevos informes: un 14 % de subida, un 19 %... o alquileres medios de 1.641 euros. Así no se puede vivir”, subraya Munar.

Desde USO-Illes Balears, reclamamos:

  • Subidas salariales que reviertan la pérdida acumulada desde 2021.

  • Cláusulas de revisión ligadas al IPC en los convenios colectivos.

  • Medidas urgentes para controlar el precio de la vivienda y garantizar el derecho a un hogar.

La situación exige respuestas inmediatas. No basta con que el IPC baje unas décimas: la ciudadanía necesita políticas reales para recuperar su nivel de vida.