REPORTAJE: ESTE AÑO MÁS QUE NUNCA, CONOCE QUÉ PUEDE HACER POR TI UN SINDICATO

REPORTAJE

Este viernes, día 1 de mayo, es el Día Internacional de las Personas Trabajadoras, jornada en la que se celebran y reivindican los derechos de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo. Y en USO Illes Balears (en toda la familia de la Unión Sindical Obrera) daremos visibilidad a tan especial fecha de diversas maneras. Hoy nos centraremos no tanto en el sindicalismo más teórico, sino que bajaremos al terreno: ¿qué hace un sindicato por la los trabajadores? ¿Qué significa ser sindicalista? ¿Qué papel juega en una época de crisis como la actual? Todo ello, desde dentro, a través de la opinión de aquellos que mejor conocen las respuestas.

Los avances en cuestión de derechos laborales han supuesto muchos sacrificios a lo largo de la historia. Es larga y extensa la lista de fechas, momentos y personas que forman parte de la misma. El objetivo siempre fue proteger la dignidad y los derechos de las personas trabajadoras, y con ello ayudar a lograr una sociedad más justa e igualitaria. Y la lucha sindical, como idea agrupadora de la reivindicación obrera, tiene mucho que ver en la consecución de esos avances.

Pero, ¿cuál es actualmente la realidad? Queremos conocerla no mediante estudios, reflexiones o referentes bibliográficos, sino a través de la palabra de quienes a diario desempeñan su labor en un sindicato trabajando a destajo por garantizar y hacer valer los derecho sindicales. Este reportaje va dirigido a ti, que eres afiliado/a, pero también a ti, que ves el mundo sindical desde otro punto de vista.

Un 1 de mayo marcado por la gestión de la crisis del coronavirus

La actual crisis global socio-sanitaria (económica, laboral, y de otros muchos tipos) condiciona, y de qué forma, nuestro nuevo día a día. También el del comportamiento que autoridades gubernamentales y direcciones empresariales están teniendo para salvaguardar o, por el contrario, dañar las condiciones laborales de las personas. Y es ahí donde la acción sindical resulta clave. Por eso, una primera cuestión que planteamos es si en situaciones como la actual la gente debería valorar más el papel de los sindicatos de trabajadores.

"La diferencia entre la situación actual y otras vividas anteriormente es que las medidas sociales y económicas para hacer frente a la COVID-19 han afectado a un elevado porcentaje de personas trabajadoras, lo que ha supuesto que más gente, en un mismo período concentrado de tiempo, tenga la necesidad de llamar a la puerta de una organización sindical para solicitar información y asesoramiento. Y eso, entiendo, hace que la percepción que muchas personas tienen acerca del papel que jugamos, sea diferente. Porque en otra situación, la percepción vendría de forma más espaciada en el tiempo y sería más moderada", opina Marga Munar, miembro de la coordinación de la Comisión Gestora de USO Illes Balears.

Será el tiempo el que evalúe las medidas, comportamientos y acciones emprendidas en estos día, aunque nuestra compañera tiene claro que "el valor de las organizaciones sindicales está siendo muy significativo estos días, hasta el punto de que son los propios gobiernos de los diferentes territorios los que muchas veces aconsejan a la población acudir a sus representantes sindicales para recibir asesoramiento y atención. En cualquier caso, el papel de un sindicato debería valorarse los 365 días del año: trabajamos todos los días en la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores/as, y no solamente en situaciones extraordinarias".

Pros y contras de la opinión que la sociedad tiene de los sindicatos

Entonces, ¿por qué sigue sonando cierta melodía en la sociedad española acerca de la supuesta visión negativa que una parte de la misma tiene de la acción sindical, a diferencia de lo que ocurre en otros países? "Quizá se deba a la creencia de que todos los sindicatos tienen una dependencia de ciertos partidos políticos. En general, y sin entrar a valorar diferentes aspectos del ámbito sindical, creo que el sindicalismo podría recibir una consideración más positiva desde la sociedad si existiese una mayor unidad sindical, aunque soy consciente de que eso es difícil, porque ni todos los sindicatos defendemos los mismos intereses, ni utilizamos las mismas formas, ni tampoco todos los sindicatos gozan de una plena autonomía que les dé la libertad para actuar independientemente del color político que gobierna en un momento dado", expone sin tapujos Munar.

El papel de los medios de comunicación (informaciones, noticias...) y de los grupos empresariales (campañas de publicidad y presión) también ha de valorarse a la hora de entender cómo llega a los ciudadanos la imagen de los sindicatos. Rocío Martínez, miembro de la Comisión Gestora de USO y representante del profesorado de Religión, alerta de que "por desgracia, la percepción que se tiene de la labor sindical depende muchas veces de lo transmitido por los grandes medios de masas. En el caso de la crisis actual, muchos de ellos parecen estar dejando de lado el rol de los sindicatos, en buena parte porque la gravedad de la situación ha hecho que en los primeros días casi todo se haya centrado en las medidas urgentes bajo el paraguas del estado de alarma. Creo, sin embargo, que a los sindicatos se nos presenta la oportunidad de hacernos ver como necesarios: ahora más que nunca debemos reivindicar nuestro papel, comenzando por cuestiones de riesgos laborales (es lo más inmediato y urgente) y siguiendo por la lucha para que no se pierdan empleos, ni derechos básicos".

Así pues, ante la adversidad, las circunstancias en contra o incluso la escasa visibilidad en ciertos momentos, siempre resurge el compromiso de quienes forman la familia sindical. Y, de nuevo, ello resultaría mucho más efectivo si las diferentes siglas entendieran que la defensa de los derechos básicos de las personas trabajadores es lo primero. Es decir, la unión entre sindicatos resulta clave para conseguir que la valoración de la sociedad sea de apoyo y respaldo unánime, especialmente en una época marcada por una crisis tan monstruosa como la actual. Por desgracia, esa necesaria unión se ve a veces afectada en su espíritu más democrático cuando, por ejemplo, determinadas clases políticas y/o formaciones sindicales actúan por su cuenta, o cuando los llamados 'sindicatos mayoritarios' son los únicos que forman parte del diálogo social, "en lugar de ser llamados todos los que hacemos una labor fundamental en esa parcela. La unión entre fuerzas sindicales debería ser, ahora y siempre, una cuestión de honestidad, independientemente de quien gobierne", concluye Marga Munar.

¿Cómo llega el sindicalismo a los trabajadores/as de sectores concretos?

La decisión de afiliarse a un sindicato puede producirse en cualquier momento de la vida de una persona, pero qué duda cabe de que en épocas de grandes crisis laborales o cuando se producen notorios avances en materia de derechos, suelen decaer o, por el contrario, repuntar esas tendencias. ¿Qué ocurrirá tras una crisis tan potente como la que hoy nos ocupa? Arturo González, responsable de la FTSP, cree que "habrá un aumento en la afiliación, aunque no será igual en todos los sectores. Dependerá de la información que cada uno de esos sectores maneje de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno. En nuestro sector (el de la seguridad privada) estamos informándonos e informando cada día. Pero habrá otras circunstancias de las que dependa el que haya más o menos afiliación tras la crisis: el poder adquisitivo de cada persona, la afectación de los ERTE, la adaptación a las reducciones de jornada...".

Efectivamente, no en todas las actividades laborales tienen los trabajadores la misma información de cuanto acontece a su alrededor a nivel de medidas, condicionantes, ayudas, asesoramiento... De ahí la importancia de la acción sindical, así como del conocimiento que todas las personas debieran tener de las disposiciones legales y democráticas que un sindicato les puede ofrecer. "En nuestro sector, y refiriéndonos solo a Illes Balears, estamos trabajando muchísimo todos los días", explica González, "denunciando la falta de medidas de protección que vemos en muchas empresas en torno a la crisis del coronavirus, denunciando incumplimientos, sacando notas informativas, contactando personal y colectivamente con nuestros afiliados... No paramos".

Humana, justa, social, solidaria, sostenible...: así debe ser la lucha obrera

La defensa de los derechos de los trabajadores es ya de por sí una causa profundamente humana y justa. Pero cuando la coyuntura implica, además, pérdida de libertades o descenso en el nivel de bienestar social, el sindicalismo arrima el hombro aún más. "La lucha por los intereses de los trabajadores no se puede separar de un sindicalismo humanitario y social. Sin el derecho a un trabajo digno, sin el derecho a prestaciones y a ayudas solidarias, sin medidas que hagan que los trabajadores puedan superar la crisis que, desafortunadamente, parece que se avecina, sin todo ello no se puede entender el sindicalismo. En los próximos meses deberemos luchar por que los trabajadores no sean las víctimas económicas y sociales de la crisis", expresa Rocío Martínez.

En ese sentido, es bueno echar la vista un poco atrás, porque conocer el pasado nos ayuda no solo a entender el presente, sino también a preparar un futuro mejor. Marino de la Rocha, con una dilatada trayectoria sindical y social a sus espaldas, y actualmente presidente de AJUPE-USO, refiere las diferencias entre el papel jugado hoy por los sindicatos y el desempeñado en otros momentos clave durante las últimas décadas en España.

"Los planteamientos son muy diferentes. No hay comparación posible. Nunca se ha vivido una situación como la actual, nadie la imaginó más allá de las películas de ciencia ficción. A todos/as nos ha cogido desprevenidos, desarmados. Yo echo en falta la unidad del movimiento sindical plural -más allá de CCOO y UGT-, unidad que sí se dio varias veces en el pasado. Estos días ya se tenían que haber dado pasos o cumbres sindicales para, por ejemplo, plantear el después del estado de alarma. Es una situación nueva, y por tanto un importante reto para el movimiento sindical en su conjunto", analiza de la Rocha, quien es contundente cuando le preguntamos si, en base a su experiencia, cree que los derechos de los trabajadores saldrán perjudicados tras esta crisis socio-sanitaria o si, por el contrario, se verán reforzados: "Saldrán perjudicados las personas trabajadoras y sus derechos; se destruirán miles de puestos de trabajo que habrá que sumar a la elevada tasa de paro que ya teníamos. Y recuerdo que sin trabajo se impide un derecho fundamental de la persona y se atenta a su realización y desarrollo personal", denuncia el presidente de AJUPE. "Por eso, la nueva situación debe conllevar el que el movimiento sindical construya respuestas nuevas y diferentes, basadas en la solidaridad, la justicia social, el bien común, la equidad, la sostenibilidad, los derechos humanos y, ante todo, la dignidad de las personas".

La necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, empezando por la búsqueda de empleo

Y para cerrar el círculo, nos centramos en un apartado esencial que ayuda a comprender que un sindicato también ofrece herramientas para asesorar y ayudar a las personas a preparar una entrevista de trabajo, buscar una oferta laboral, encontrar aquello a lo que verdaderamente quieren dedicarse, formase mejor... Porque todo ello forma parte del empoderamiento del individuo a la hora de plantear su día a día en el terreno laboral.

Es el caso del Servicio de Orientación Laboral de USO Illes Balears, que ofrece a las personas usuarias todos esos medios (y muchos más) a través del Programa ORIENTA. Al frente del equipo está Raquel Hernández, quien nos explica cómo se ha adaptado este servicio a la crisis, y qué percepción tiene de las repercusiones anímicas que la situación conllevará en la sociedad: "Seguimos atendiendo a los usuarios y usuarias del programa ORIENTA por vía telefónica y telemática desde el día 16 de marzo. La realidad se impone y muchas de las personas que estaban, hace muy poco, inmersas en un proceso activo de inserción laboral, nos manifiestan en estos momentos temores lógicos, reticencia a incorporarse a determinados sectores más expuestos. Sin embargo, nos ha sorprendido gratamente encontrar una gran predisposición al trabajo por parte de algunas de nuestras usuarias en relación a ofertas de residencias de mayores, tanto en el ámbito de los cuidados como en limpieza o en el trabajo en cocina".

La responsable de ORIENTA aporta que "aproximadamente, un 35%-40% de las personas activas en el programa prefieren esperar el desenlace de la pandemia para continuar con sus itinerarios de búsqueda activa, casi todas ellas personas con algún factor físico que les hace potencialmente más vulnerables frente al virus. El otro 65/60 % tiene aún disponibilidad y buena predisposición para trabajar. aunque como es lógico, con cierto temor y siempre dispuestas bajo estrictas medidas de prevención. Destacaría que, incluso las personas que actualmente nos indican que no desean trabajar, nos piden que sigamos en contacto con ellas para resolver otras dudas de carácter económico, formativo, pre-laboral o asistencial", lo que constituye una buena muestra de la importancia que un buen servicio de orientación laboral de un sindicato puede suponer para las personas trabajadoras.

Raquel Hernández también se moja acerca de las informaciones que apuntan a que esta crisis modificará sobremanera las condiciones laborales, tirando de más desarrollo tecnológico y robótico, y prescindiendo, en lo posible, de personal humano. A ese respecto, ejemplifica el valor de saber adaptarse: "Nuestro programa podría cambiar y enfocarse perfectamente a ese supuesto nuevo modelo de trabajo. Ya lo hacemos y está funcionando al 100%. Es cierto que a nivel de orientación presencial, las primeras sesiones cara a cara no deberían de perderse, puesto que ese factor de cercanía, conocimiento y reconocimiento es muy enriquecedor y necesario para ambas partes. Pero, una vez superada esa fase, el teletrabajo es muy compatible con nuestra profesión. Nosotras ya realizamos mucho trabajo del tipo que seguramente comience a predominar a partir de ahora: background, intermediación con empresas y entidades, rastreo de ofertas, captación de las mismas, publicaciones en la web, elaboración de contenidos y edición de boletines de empleo, elaboración de material didáctico para acciones grupales, material de género y muchas otras acciones que no requieren de la presencia física de quien las realiza". En otras palabras, atrás queda ya esa imagen obsoleta y anticuada de los sindicatos: también estos se adaptan a los nuevos tiempos, y a los que están por venir.

En tiempos difíciles, el sindicalismo tiende la mano

 En definitiva, nadie duda de las dificultades que la crisis actual comporta, también para los trabajadores y trabajadoras de tantos países. Pero precisamente por eso, se abre una gran oportunidad para que todas las personas sepan que en los sindicatos pueden encontrar buena parte de lo que más se necesita ahora mismo: asesoramiento y defensa de sus derechos. Oportunidad también para que los propios sindicatos den un paso al frente, unifiquen sus acciones a nivel nacional e internacional, y a partir de ahí, cada uno con sus herramientas diferenciales, desarrollen su labor, siempre priorizando la defensa de las personas trabajadoras y la contribución a una sociedad más justa.

Y desde USO Illes Balears queremos contribuir a dar a conocer una imagen más cercana de la realidad sindical; hacer ver que el sindicalismo puede y debe ser crucial para proteger y mejorar las condiciones laborales no solo hoy, sino también de cara al futuro que aguarda. Así que, si aún te sigues preguntando "¿para qué sirve un sindicato?", nosotros te respondemos, orgullosos y sin miedo a equivocarnos: para proteger y mejorar tu dignidad y tus derechos como persona trabajadora, y para contribuir al bienestar de una sociedad mejor. Ahora, en tiempos de crisis, y siempre.