Una siniestralidad laboral que no da tregua: tres víctimas mortales empañan un ligero descenso en los accidentes en Baleares
Durante el primer semestre de 2025, Baleares ha registrado un total de 9.835 accidentes laborales con baja en jornada de trabajo, de los cuales 9.787 fueron leves, 45 graves y 3 mortales. Esto supone una ligera reducción respecto al mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaron 9.912 accidentes en jornada (52 graves y 4 mortales). La bajada es del 0,8 %, una mejora casi imperceptible que no puede eclipsar las consecuencias humanas.
En cuanto a los accidentes in itinere, el archipiélago ha sumado 1.611 siniestros entre enero y junio de 2025, frente a los 1.640 registrados en 2024. También aquí los datos apuntan a una pequeña bajada, pero los accidentes graves y mortales siguen generando alarma: 7 personas han sufrido accidentes graves y otras 3 han perdido la vida en desplazamientos laborales, cuando en el mismo periodo de 2024 fueron 16 graves y 4 mortales.
Aunque desde USO-Illes Balears valoramos el descenso general en el número de accidentes, no podemos hablar de avance real mientras siga habiendo víctimas mortales. Tres fallecimientos en jornada y otros tres in itinere en tan solo seis meses demuestran que la prevención sigue sin ser una prioridad en muchas empresas, y que las políticas públicas aún no están a la altura de la emergencia.
El sector servicios, foco principal de la siniestralidad en Baleares
Una vez más, el sector servicios encabeza la siniestralidad en las islas, con 6.578 accidentes con baja en jornada, seguido por industria, con 3.257 casos. Este reparto refleja con claridad qué sectores están más expuestos y también más desprotegidos. La precariedad laboral, la falta de formación y los ritmos intensos siguen siendo factores de riesgo en actividades altamente feminizadas y estacionales.
Los trabajadores de mediana edad, los más perjudicados
El grupo de edad más afectado continúa siendo el de 40 a 54 años, con 108.553 accidentes en jornada y 15.564 in itinere. Una vez más, se constata que la experiencia no protege del riesgo cuando las condiciones laborales no lo hacen. La siniestralidad se ceba especialmente con quienes cargan con mayor responsabilidad, jornadas largas o tareas físicamente exigentes.
Urge actuar más allá de las estadísticas
Desde USO-Illes Balears, advertimos de que no se puede maquillar la siniestralidad con leves descensos porcentuales. Cada accidente es un fallo en el sistema de prevención, una oportunidad perdida para evitar el daño. Reclamamos más inspecciones, más formación, más participación de la representación sindical y una cultura real de prevención que llegue a todos los sectores y empresas.