LA BRECHA SALARIAL TAMBIÉN AZOTA EL EMPLEO FEMENINO EN ILLES BALEARS

El mercado laboral de Illes Balears sigue la tendencia estereotipada por sexos que marca la media nacional. Es una de las principales conclusiones que se extrae del estudio ‘Análisis de la brecha salarial de género por sectores productivos’, elaborado por las secretarías de Formación Sindical e Igualdad, y de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, con datos de la Agencia Tributaria del ejercicio 2018 y clasificados según los sectores productivos de la CNAE.

En los cuatro sectores en los que tradicionalmente han trabajado más hombres, la presencia femenina en las plantillas de nuestra comunidad (sin entrar aún en los roles desempeñados) sigue siendo hoy mucho menor a la de sus compañeros: hablamos del 20,16% en Agricultura, el 31,48% en Industria, el 17,44% en Industria extractiva, y el 18,08% en Construcción, lo que da muestra de lo preocupante de los datos.

Como puede imaginarse, las diferencias de presencia por género no disminuyen en lo que a salarios se refiere, punto clave de la brecha salarial. Así, en casi todos los sectores se da un desequilibrio enorme entre los sueldos que reciben hombres y mujeres en nuestra región. Especialmente flagrantes son los casos de Finanzas y Aseguradoras, donde las mujeres cobran más de 10.300 euros menos de media al año, y eso a pesar de tener más presencia en el sector; Información y Comunicación, donde cobran casi 7.000 euros menos de media; o Comercio, sector en el que ganan casi 6.000 euros menos de media. En cualquier caso, también en el resto de sectores la brecha salarial es contundente, casi siempre superando los 5.000 euros menos de media, y únicamente en Agricultura las mujeres cobran más, con una escasa diferencia de casi 300 euros más de media al año.

Resulta importante analizar lo que se da en les Illes en el sector Servicios, donde las mujeres cobran más de 5.000 euros menos de media a pesar de tener más presencia en el sector (37.473 mujeres y 30.669 hombres), lo que refuerza la lectura de que los trabajos desempeñados por las mujeres en este sector suelen estar más ligados a un modelo que urge cambiar: mayor desgaste físico, menor capacitación técnica. Modelo potenciado por la élite empresarial que cosifica la igualdad de oportunidades en los trabajos. También en el sector de los Servicios sociales se repiten las estadísticas y conclusiones anteriores.

Y no menos preocupante resulta que incluso los nuevos sectores de trabajo, por ejemplo el de Información (+Comunicación y TIC), que implican una formación técnica muy importante (recordemos que las niñas y mujeres obtienen mejores calificaciones educativas y son mayoría en las Universidades, según datos recientemente publicados), también acentúen el desequilibrio. En Illes Balears, las mujeres tienen una presencia de poco más de la mitad que la de los hombres en este sector, pero lo que es más preocupante, la brecha salarial, como vimos anteriormente, es brutal: las mujeres ganan casi 7.000 euros menos de media al año que sus compañeros.

Para cambiar estos datos, lograr una mayor igualdad en los entornos laborales y poner fin a la brechas salarial, en USO Illes Balears nos sumamos a lo que nuestras compañeras y compañeros de USO confederal proponen, un cambio de mentalidad, una vuelta de tuerca: “No vale con publicar leyes si luego no se aplican. Es imprescindible que se implante el sistema de auditorías salariales que contemplaba la Ley de Igualdad de marzo de 2019, porque no existe un modelo ni un plan de seguimiento. Y que se ponga en marcha con carácter urgente el registro de planes de igualdad, pues ni siquiera las empresas obligadas a tenerlo en vigor desde 2007 lo están cumpliendo”, declara la secretaria de Formación Sindical e Igualdad, Dulce María Moreno.

Además, Moreno propone “un cambio en la educación desde edades tempranas, con mecanismos en las escuelas que despierten las habilidades e inquietudes científicas y tecnológicas de las mujeres, para que se abran hacia los sectores masculinizados. Pero para las mujeres que ya sufren esa brecha digital, es imprescindible implementar la formación para el empleo: que se oriente a colectivos vulnerables, como las paradas de larga duración, y que sea gestionado directamente por las Administraciones Públicas”.